La Playa de Pinares se diferencia de las demás por tener arena más gruesa y por ser algo desierta. Cuenta con un parador municipal con estacionamiento gratuito donde se concentra la mayor cantidad de gente.
Si a usted le gusta caminar, puede enfilar tanto hacia el oeste como el este y podrá disfrutar también de tanta tranquilidad como usted desee.
La enorme cantidad de pinos marítimos le confiere a esta zona el nombre de Pinares del Este, el comienzo de este barrio está delimitado por la Laguna del Diario extendiéndose hasta la parada 24 de la Playa Mansa donde se encuentra la Avenida las Delicias. Sobre toda la extensión de la Rambla y con vista franca a la bahía de Maldonado se suceden grandes mansiones con aspecto de castillos y hermosos jardines que crecen en altura rodeados de pinos, adentrándose al pinar se puede distinguir el estilo arquitectónico propio de esta zona con pintorescas casas de techos de quincho que combinan a la perfección con la exuberante vegetación de los jardines.
Sus principales avenidas son de asfalto, sus calles interiores son de balasto y de muy poca circulación.
Cuenta con servicio de recolección de residuos en forma diaria, y una amplia vigilancia policial (a caballo, bicicletas, autos).
Pasando pocos metros de la avenida Las Delicias que marca el final del barrio de Pinares del Este y sobre la Rambla de la Playa una aguada que antiguamente servía para proveer de agua dulce a los barcos que llegaban a la costa se ha transformado hoy en día gracias a la intervención de la comuna en el Paseo de la Aguada, con un entorno de vegetación admirable por el cual se puede transitar: con senderos y puentes de madera donde sólo se escucha el correr del agua y el canto de las aves, este camino comunica la ciudad de Maldonado con la Playa de Las Delicias.
En plano corazón de Pinares cruzando el Camino a La Laguna alejándose del mar a la altura de la parada 33 se encuentra el Parque Burnett donde encontramos exclusivas mansiones rodeadas de una naturaleza exhuberante, con una tranquilidad única.
En la parada 32 del Camino a La Laguna se encuentra el Parque Mancebo. Es un lugar con mucha sombra, cañaverales y magníficos rosales.
Si piensa en un asado de fin de semana, éste es el lugar. Aquí se puede conseguir leña, parrilla, agua potable, baños, sólo hace falta tener ganas de pasar un hermoso día al aire libre.
Puesto que los lugares disponibles no son demasiados, recomendamos ir temprano para la reserva de su quincho.
Para los niños hay hamacas y mucho espacio, pero lo más interesante es el bosque de eucaliptus de más de 100 años que, merced a su abundante follaje, forma túneles y largos senderos... recuerdo haber pasado largos años de mi infancia entre esos bosques buscando al lobo feroz o algún elefante perdido...
Es un lugar ideal para pasar en familia.
En esta laguna, dadas sus características, no se permite navegar en aparatos a motor, sólo puede hacerse a remo o a vela. En verano se alquilan diversos "artefactos" marinos, desde las clásicas tablas a vela, pequeños veleros, canoas y hasta unas "bicis" gigantes para el agua.
Si le gusta la pesca de agua dulce, la Laguna tiene algunos lugares ideales para practicarla; sólo salen ejemplares chicos, pero se puede pasar un rato muy divertido.